Un niño nace sabiendo ya cosas; algunas las habrá aprendido durante el embarazo y otras se encuentran en su cerebro, sus genes. Pero esa determinación genética solo representa un máximo del 50% de la inteligencia. El otro 50% se desarrolla con la educación. Si ésta no se desarrolla, el niño tendrá un cerebro "prehistórico".
En cambio, gracias a la transmisión de conocimientos recopilados a lo largo de 200 000 años, se consigue que un niño de 10 o 12 años tenga un cerebro "moderno". Pero actualmente, debido a los constantes avances, no solo hay que transmitir esos conocimientos, la sabiduría del pasado, sino que las nuevas generaciones también deben ser preparadas para el futuro.
Link del vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=jZUNJgCIgCU
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